EN ESTA PÁGINA ENCONTRARÁS INFORMACIÓN SOBRE DOS NOVELAS DE MISTERIO: SOMBRAS DE CRISTAL Y EL SEÑOR TECKEL

jueves, 17 de febrero de 2011

Evangelizar desde la cuna. Niños predicadores.

San Juan Bautista fue un niño aventajado que ya predicaba en el seno materno. San Francisco, si bien no tan precoz, superó a éste en celo evangélico al convertir a los pájaros y golondrinas, y probablemente, aunque no lo cuente “La Leyenda Áurea”, a algunos pollinos no menos tozudos. Quizás con este brillante precedente, en un despiste evangélico, San Mael bautizó a unos pingüinos que originaron una humanidad tan genuina que era difícil diferenciarla de la auténtica, según nos cuenta Anatole France en su novela. Y de esa despiste provienen los simples mortales, meras caricaturas del Hombre Primordial, creado a imagen y semejanza de Dios todopoderoso.

Si creemos en la magia de la cábala, Goertner estaba predestinado al sacerdocio. Su propio nombre de pila, Marjoe, era un acrónimo de María y José, lo que explica que fuera desde su concepción carne de Jesús. Más de una madre cristiana se sorprendería de los milagros que reporta un buen baño, que a veces van más allá de lo saludable. Con apenas cuatro años, nuestro protagonista tuvo una revelación milagrosa en una rutinaria ablución diaria. Nadie podía sospechar que esas aguas iban a constituir su bautizo evangélico.

Con tan tierna edad fue ordenado sacerdote y predicó la palabra de Dios. ¿A quién le extraña?¿No había sido inspirado por el Espíritu Santo en una pila bautismal doméstica, con otro nombre impío, bañera? Aconsejado por sus padres, predicadores consagrados, esa misteriosa relación con la divinidad le encaminó hacia un negocio lucrativo: el de lo sagrado, lo que los americanos llaman “Holy”, que es lo más parecido a los exvotos de Lourdes. Si Lutero se escandalizaba ante la falta de escrúpulos de la Iglesia Católica, estos evangelistas no tenían nada en contra de que ese rédito acabara en sus bienaventurados bolsillos. Con una mímica pentecostal y una oratoria melodramática, Goertner curaba almas descarriadas e inflamaba de esperanzas a moribundos y enfermos crónicos, lo que engordaba la cuenta corriente de sus progenitores, y no a su paloma inspiradora que no recibía ni un penique por sus oraciones.

Cuando el joven cumplió dieciséis años, su padre tuvo una visión terrenal que cambiaría su vida: arrambló con los millones que había amasado el verbo divino y desapareció de su horizonte espiritual. Desorientado, el muchacho buscó refugio en una mujer mayor que él y, al poco tiempo, llevó una vida disipada de hippie por la tierra prometida de California.

El título de un disco que grabó ya de por sí es significativo: Bad, but not Evil. Los chicos malos venden... hasta cierto punto. El joven Goertner, tal vez inspirado por el ejemplo paterno, vegetaba durante seis meses con varios amigos melenudos y, si se le acababa el dinero, predicaba otro semestre para vagabundear otro tanto con la ayuda del Espíritu Santo, ya se sabe que este último siente predilección por los vagos y maleantes.

¡Pobre Marjoe! Tras vivir unos años de su vena oratoria, le alcanzó el arrepentimiento y para redimirse rodó un documental sobre el negocio santo. En la película, tras algunas ceremonias religiosas, aparecen algunos de estos profetas con sus managers hablando de denarios y talentos, y lo más escandaloso: contando montones de fajos de billetes.

La película fue un éxito y recibió un premio, pero lo que prometía una carrera espléndida se enquistó en varios filmes, en los que Goertner bordaba un único papel: el de un predicador carismático.

A estas alturas la vida de este hombre de Dios nos parecería insulsa si no hubiera resucitado de la mano de un forero de internet que ha identificado, no sin acierto, en los rasgos de nuestro Marjoe a un personaje mundialmente famoso: Rod Flanders, el hijo del buenazo de Ned. Juzguen ustedes el parecido y las pasiones comunes. Los hermanos Flanders tienen bloqueados varios canales de televisión, su programa favorito es un concurso llamado El buen samaritano, y sólo ven dibujos animados cristianos. No en balde Bart Simpson describe a Todd como “El tipo religioso que se vuelve loco”. ¿Cuál es su afición favorita? Acudir a un refugio que ha creado su padre que se llama “ El Refugio del Fin del Mundo”. ¿Y qué ha sido del Marjoe real? Ha acabado organizando torneos de golf cristianos, lo más parecido al aburrimiento evangélico, un fin del mundo en vida. Pero no desfallezcan, nuestro Marjoe, Rod y Todd gozan de sucesores todavía más jóvenes: en la red circula un baby preacher que ha desbancado al primero en el récord de ministro más joven. Claro que San Juan Bautista...


15 comentarios:

  1. Sí, pobre Marjoe. Pero es preferible condenarse solo que perseverar en la salvación de las almas ajenas, ¿no? Y es que peor aún que un niño predicador es un adulto predicador que antes fue ñiño predicador.
    Por cierto, ¿a qué novela de Anatole France te refieres? Yo conozco una de Gore Vidal, "Mesías", sobre este tema, pero es muy floja.
    P.S. me parecen muy divertidas las´novedades de este blog.

    ResponderEliminar
  2. 1. Yo diría que lo más peligroso es un ateo que fue antes un fervoroso creyente. Por eso tal vez prefiera al Marjoe cínico que al arrepentido. Hay un pensamiento de Pascal que siempre me ha desazonado y que me viene a la cabeza cada vez que veo alguno de estos supuestos "ángeles"- laicos o religiosos- predicando "verdades" inmutables o "científicas": “El hombre no es ni ángel ni bestia, y nuestra desgracia quiere que quien pretende hacer de ángel haga de bestia.” ¡Dios nos libre de las "almas puras" como Robespierre o Lenin! Ante semejante tesitura, me quedo con el alcalde de Springfield.
    2. La novela por la que preguntas se llama "La isla de los pingüinos" y es una novela de corte voltairiano que parodia la historia de Francia. El nombre en clave del país es Pingüinia.
    3. La mejor novela que conozco sobre un mesías se titula "Satán en Goray" y cuenta la vida de un personaje real que vivió en la Polonia judía. El salvador se llamaba Zabatai Zevi y les prometió a las comunidades judías orientales que irían directos a Jerusalén a través de la oración. Toda la comunidad dejó sus ocupaciones habituales. ¿Para qué conservar las casas? ¿Para qué ganarse el pan si mañana íbamos a estar en la Tiera Prometida". El supuesto mesías no sólo traicionó a su causa sino que, tras ser sometido a tortura, se convirtió al Islam. Si bien muchos de sus correligionarios no lo creyeron y siguieron adorándolo incluso después de su deserción.

    ResponderEliminar
  3. todo eso está muy bien, ¿pero cómo me puedo apuntar a fan de Ester Hutchinson?

    ResponderEliminar
  4. La pobre Esther Hutchinson ha tenido sus desavenencias con su presunto Autor invisible y ni corta ni perezosa ha puesto un anuncio en el periódico: "Ama de llaves con experiencia busca aventuras exóticas sin salir de casa. Amplio dominio de las situaciones límite. Discreción y profesionalidad garantizadas. Preguntar por Esther Hutchinson". Algunas malas lenguas dicen que se ha tenido que vender al mejor postor, pero de esto ya hablaremos cuando tengamos más datos sobre el asunto.

    ResponderEliminar
  5. Me pregunto qué diría la buena de la señora Hutchinson sobre el asunto de los predicadores. Como alma cándida de espíritu cuáquero -que así es como me la imagino- supongo que criticará todos los excesos retóricos y que tachará de vana verborrea sus discursos. "Salmos y contención" parece que la oiga decir.
    Cada vez, amigos, me fascina más ese personaje.

    ResponderEliminar
  6. La buena de la señora Hutchinson ha tenido un altercado con los respetables miembros de la "Sociedad General de Autores Extraterrestres". Ha irrumpido en el sancta sanctorum de esta institución y le ha quitado las telarañas a uno de sus más venerados representantes. ¡Un escándalo! Se ha recomendado su inclusión en una institución psiquiátrica. Lo peor de todo es que no es que la hayan encerrado, sino que la hayan apartado de su plumero. Es como si le quitaran el aire. Si quieren conocer los detalles, pueden leerlo en la sección de eventos de la Biblioteca de Gotham. Juzguen ustedes mismos y apoyen la campaña en favor de esta buena mujer. ¡No a la reclusión de la señora Hutchinson! Si quieren saber el historial impecable de esta ama de llaves pueden conocerlo en los fragmentos de "Sombras de Cristal" de esta misma página. Sus mismos compañeros de "Sombras de Cristal, S.A." la avalan, tal como se muestra en su cuadro de admiradores, ya que estos son sus primeros y más rendidos admiradores.

    ResponderEliminar
  7. Trastornado por la repentina reclusión de mi amiga Eshter Hutchinson había olvidado tu pregunta, Ricardo. La señora Hutchinson lleva a Jesús en su corazón y condena, con toda la fe de sus convicciones religiosas, los excesos de algunos evangelistas que dicen hablar en nombre del señor. Lo más vergonzoso es que son exhibidos como monstruos de feria en algunos espectáculos oratorios. El último y más llamativo es el de un predicador de once años. El niño en cuestión se llama Nezareth Casti Rey y está revolucionando toda Sudamérica con sus discursos. Va en contra de todas las “mentiras” que dicen los científicos y biólogos sobre la creación humana. La dirección es http://helektron.com/nino-de-11-anos-predicador-del-cristianismo-convocando-a-miles-de-personas/

    ResponderEliminar
  8. Lo cual demuestra una vez más que la realidad tiene una ventaja respecto a la ficción: que no tiene la necesidad de resultar verosímil. Y aun así prefiero a un predicador inventado que yo me sé antes que al niño Casti Rey. Su nombre: fray Gerundio de Campazas, alias Zote. Su padre putativo, el padre Isla.

    ResponderEliminar
  9. He oído hablar de Fray Gerundio, ¿son de verdad tan divertidos sus sermones? ¿Hace justicia a su apodo, zote?

    ResponderEliminar
  10. En realidad toda la obra es una crítica ferocísima y divertida contra los predicadores de la época. Es lógico, pues, que la Inquisición no aguantara ese azote y que lo prohibiera. Como muestra de su humor basta con que leas lo que dice sobre la ortografía en el capítulo 5 de la I parte: genial.

    ResponderEliminar
  11. Acabo de leer su artículo y le felicito. No sé por qué me ha cruzado durante su lectura la imagen de Ruiz Mateos y su claustro familiar.
    Un saludo.
    Alberto G. M.

    ResponderEliminar
  12. La observación es muy acertada, Alberto. Existen paralelismos entre Marjoe y este empresario. “En Dios confiamos” dice la divisa del dólar, y este es mayor garantía que el Fondo del Tesoro o el Banco Mundial. Siempre he pensado que ese trasplante de la mentalidad protestante al mundo mediterráneo no funcionaría bien entre nosotros. La Obra, el Opus Dei, tiene mucho que ver con esa adaptación de ese espíritu mercantilista que mezcla religión y dinero sin ningún rubor, pero eso aquí no funciona sin el crisol de las “familias” o corporaciones familiares como la Iglesia. La abeja laboriosa, emblema cristiano, ha levantado el vuelo un par de veces y el claustro familiar de Ruiz Mateos, como bien dices, ha dejado un agujero negro difícil de llenar. Me viene a la memoria unos negocios que prosperaron en Estados Unidos en los años ochenta: aquellos piratas que compraban empresas para desmantelarlas y venderlas al mejor postor, descapitalizando regiones enteras. De forma semejante, la abeja de Rumasa iba libando caudales aquí y allá hasta que no ha podido levantar el vuelo y, lo que es peor, hasta que se ha llevado detrás a muchos ingenuos inversores que se dejaron embaucar. Apostó sobre seguro nuestro empresario- “Dios es mi mejor garantía”, pensaría tal vez- pero eso no va a enjugar las deudas multimillonarias de Nueva Rumasa. Muchas gracias, Alberto, por visitar mi blog.

    ResponderEliminar
  13. Ruiz Mateos se equivocó en ir a pedirle dinero a Botín -ese banquero con nombre de personaje avaro de tebeo-. Sus más fiables prestamistas estaban en un monasterio de Zaragoza, donde rezaban y amasaban pasta.

    ResponderEliminar
  14. De que se disfrazará ahora Rumasa? Superman ya esta algo pasado. Yo le propondría de Lobezno.

    ResponderEliminar
  15. 1. Curioso juego de palabras. No deja de ser irónico que un banquero se llame Botín. Porque no nos paramos a pensar, pero si este señor no hubiera adquirido un prestigio financiero ¿Le dejaríamos nuestro dinero a alguien que pusiera en su tarjeta de visita "Botín"? Es un aviso de navegantes contra piratas o salteadores de caminos. El gángster de "Con faldas y a lo loco" se llamaba "botines" por su calzado; botín, como sugieres amigo anónimo, también tiene resonancias de tebeo: botín, botones, betún. Pero lo más singular es que ese nombre de tebeo haya traspasado los límites de la historieta y haya echado a andar en un ejemplo de que la realidad supera a la ficción. Estoy seguro de que Mihura o Jardiel Poncela tarde o temprano habrían dado con un nombre tan oportuno para un personaje de caricatura. En ese caso el triunfador de los negocios habría tenido que cambiar su apellido para que su homónimo de cómic no le hiciera sombra. No es el primer caso en el que un apellido es determinante para el triunfo profesional: el verdadero nombre del escritor Búlgaro Elías Canetti es Cañete. ¿Nos tomaríamos en serio sus análisis de “Masa y poder” si hubiera utilizado su verdadero nombre? Cañete dijo... No, de ninguna manera. Feliz el abuelo que cambió un apellido tan inoportuno.
    2. Tengo una propuesta, Eladio, para la farsa rocambolesca de Rumasa: el Chapulin Colorado, un personaje de la televisión mexicana, una suerte de insecto con antenas, héroe de la programación infantil. Le auguro mejor futuro que a Superman, porque este superhéroe está un tanto gafado y ya desde que lo cogió el bueno de Ruiz Mateo traía mal fario. El chapulín, en cambio, es un poema de optimismo, algo muy apropiado para la metamorfosis de la abeja en una nueva especie de Ave Fénix. Tras un corto período en la programación infantil, al ascender a los canales adultos, tal vez cambie el disfraz inofensivo de chapulín por el de lobezno, pero eso ya es otra historia.

    ResponderEliminar